Aumenta la intensidad de las emociones positivas, fortalece la autoestima y genera bienestar y confianza

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Un estudio de la Universidad de Rutgers, reveló que hablar de los momentos positivos del pasado es bueno para combatir la depresión y el estrés, ya que hace que el cerebro libere dopamina, el neurotransmisor que proporciona felicidad y euforia.

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Investigadores de la Universidad de Southampton coinciden en que mirar hacia atrás en el tiempo y recordar memorias felices ayuda a elevar los sentimientos de autoestima, mejorando con esto tu bienestar y contribuyendo a tener una perspectiva más optimista del futuro.

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“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”  

Gabriel García Márquez